BRASIL
Brasil, país
situado en América del Sur, comprende la mitad oriental del subcontinente y
algunos grupos de pequeñas islas en el océano Atlántico. Con
una superficie estimada en más de 8,5 millones de km²,
es el quinto país más grande del mundo.
A pesar de que sus
más de 202 millones de habitantes hacen de Brasil el quinto país más poblado
del mundo, presenta un bajo índice de densidad poblacional. Esto se debe
a que la mayor parte de la población se concentra a lo largo del litoral,
mientras que el interior del territorio aún está marcado por enormes vacíos
demográficos. El idioma oficial y el más hablado es el portugués, que lo hace
el mayor país lusófono del mundo.
Si nos centramos en
la economía de Brasil hay que decir lo siguiente; Brasil es la novena economía
mundial. Después de haber experimentado un período de crecimiento excepcional,
la economía brasileña mostró signos de ralentización en 2011 y entró en
recesión a partir de 2015. Brasil atraviesa una crisis económica sin precedentes
debido a la desaceleración del consumo privado y la caída de las inversiones. Tras
su contracción en 2016 (-3,3%), se espera una reanudación progresiva del
crecimiento en 2017 (0,5%), apoyada por las medidas de ajuste presupuestario en
curso, así como por el aumento de la inversión.
Fuente: datosmacro.com
En 2016, la economía
brasileña siguió en recesión por segundo año consecutivo, debilitada por la
caída de los precios petroleros, las materias primas y la ralentización de la
economía china. El país experimenta una grave crisis económica y política, y
los Juegos Olímpicos de 2016 no impulsaron el crecimiento esperado. Al
contrario, el estado de Río se endeudó al punto de rozar la quiebra, y esto se
aplica además a numerosos otros estados. A nivel federal, la deuda pública tiene
una dinámica preocupante, cercana al 80% del PIB.
En agosto de 2016, la
presidenta Dilma Roussef fue destituida y reemplazada por Michel Temer, quien,
al momento de asumir, anunció un plan de reajuste presupuestario para limitar
el crecimiento del gasto público. Una propuesta de enmienda a la Constitución
(PEC), para fijar un límite al aumento del gasto, fue aprobada a fines de 2016.
Para 2017, la prioridad del gobierno es la reforma del sistema de jubilación y
del código laboral. La inestabilidad política es una preocupación, debido a
posibles revelaciones que involucran a miembros del gobierno en el caso de
corrupción de Petrobras.
Los problemas
sociales son importantes. El país sigue siendo uno de los más desiguales del
mundo. Existen fuertes disparidades regionales y ha habido un aumento de la
delincuencia y la violencia criminal. La tasa de desempleo ha seguido creciendo
(más de 11% en 2016), y el empleo informal sigue siendo elevado.
Como ha quedado claro
en anteriores entradas, los BRIC están jugando un papel muy importante en la
economía a nivel mundial. Representan nada menos
que el 43% de la población mundial, con un PIB mundial tan significativo de 21%
y subiendo su valor año a año. Además mueven el 20% mundial de la inversión.
Actualmente
la figura de Brasil ya no es la de un Estado con una estructura débil, con
Fernando Henrique Cardoso esta situación cambió drásticamente gracias a un plan
estructural que cambió la situación del país, El Plan Real, el cual abrió las
puertas de Brasil al neoliberalismo un proceso por el cual toda América Latina
estaba pasando en la década de los 90´s.
También comparte una secuencia de acontecimientos macroeconómicos que han caracterizado a muchas experiencias regionales: el abatimiento de la inflación, el mantenimiento de elevadas tasas de interés, el ingreso abundante de financiamiento externo con un componente importante de corto plazo, la valorización de la moneda nacional, una rápida expansión de las importaciones, un creciente déficit comercial y de balanza de pagos y una apreciable vulnerabilidad al contexto económico internacional.
La derrota de una inflación de cuatro dígitos trajo, también aquí, un apreciable respaldo político que refuerza la estabilidad de precios como objetivo prioritario en detrimento de una política cambiaria que persiguiera un equilibrio de la balanza de pagos y un sistema de precios algo menos desfavorable para los productores internos. Como en otros casos, aunque con una dinámica y combinación propia de factores, este proceso desembocó en una crisis de balanza de pagos, en un ataque con componentes especulativos a la moneda nacional y finalmente en una devaluación. (Sáinz, P. y A. Calcagno, 1999).
Así pues y, con todo lo escrito anteriormente, la situación de Brasil en el contexto de los BRIC y, en general, no es la mejor. Pero eso lo trataremos más adelante, junto al caso ruso que también experimenta un retroceso, y al caso chino, que tampoco pasa por su mejor momento pero que posee más fuerza.
En la siguiente entrada trataremos al siguiente país perteneciente a los BRIC, China.
También comparte una secuencia de acontecimientos macroeconómicos que han caracterizado a muchas experiencias regionales: el abatimiento de la inflación, el mantenimiento de elevadas tasas de interés, el ingreso abundante de financiamiento externo con un componente importante de corto plazo, la valorización de la moneda nacional, una rápida expansión de las importaciones, un creciente déficit comercial y de balanza de pagos y una apreciable vulnerabilidad al contexto económico internacional.
La derrota de una inflación de cuatro dígitos trajo, también aquí, un apreciable respaldo político que refuerza la estabilidad de precios como objetivo prioritario en detrimento de una política cambiaria que persiguiera un equilibrio de la balanza de pagos y un sistema de precios algo menos desfavorable para los productores internos. Como en otros casos, aunque con una dinámica y combinación propia de factores, este proceso desembocó en una crisis de balanza de pagos, en un ataque con componentes especulativos a la moneda nacional y finalmente en una devaluación. (Sáinz, P. y A. Calcagno, 1999).
Así pues y, con todo lo escrito anteriormente, la situación de Brasil en el contexto de los BRIC y, en general, no es la mejor. Pero eso lo trataremos más adelante, junto al caso ruso que también experimenta un retroceso, y al caso chino, que tampoco pasa por su mejor momento pero que posee más fuerza.
En la siguiente entrada trataremos al siguiente país perteneciente a los BRIC, China.
¡Hasta entonces!
Buena entrada Alicia, Brasil debe dar nueva forma a su economía debido al desplome de los precios de materias primas, veremos con el tiempo si consigue salir del bache.
ResponderEliminarA pesar de sus zonas tan deprimidas y de la disparidad que hay entre su población, Brasil ha sabido abrirse paso entre las economías emergentes a nivel mundial hasta poder formar parte de los BRICS. Pero parece que sus últimos datos anuales no son demasiado buenos... Michel Temer defendía en Xiamen que, a pesar de dichos datos, el país que gobierna se está recuperando, asegurando que se vive un momento de optimismo. Lo que sí está claro es que Brasil está trabajando duro para reformar todo aquello que ha de reformarse, por mejorar todo aquello que ha de mejorarse y, en definitiva, por hacer honra al lema que figura en su bandera. Pero, al igual que en el resto de países y, más allá de eso, al igual que en todo acontecimiento histórico: habrá que esperar unos años para ver qué depara el futuro a los países que componen los BRICS.
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